Cada vez más nuestro clientes nos preguntan si en su cocina quedaría bien una isla, y cual sería la mejor forma de aprovechar al máximo todo el espacio disponible. Con éste artículo pretendemos arrojar un poco de luz a esas dudas que nos acometen cuando pretendemos reformar la cocina de casa.
La cocina es un espacio donde pasamos mucho tiempo a lo largo de la semana, por lo que además de diseñar un espacio bonito, ha de ser funcional y práctico. Hemos de diferenciar siempre las tres zonas clave de toda cocina, zona de cocción (vitrocerámica, horno y microondas), zona de lavado (fregadero, lavavajillas…), y zona de almacenaje (despensa, frigorífico, congelador…).
Para clasificar de algún modo los diferentes tipos de cocina que podemos encontrarnos, lo haremos viendo los distintos tipos de espacios.
En una cocina cuadrada. Siempre y cuando la cocina tenga un buen espacio, podemos situar una isla central que nos permita instalar sobre ella la zona de cocción y la de preparación de los alimentos, separando ambientes de almacenaje de alimentos y de limpieza. De esta forma, la isla permite dar forma al espacio y crear un ambiente recogido. Hay que tener en cuenta que es recomendable dejar un espacio de 1 metro entre muebles para poder movernos con comodidad y poder abrir cajones y puertas de armarios.
En una cocina longitudinal. Según las dimensiones espaciales que tengamos, la isla podrá ser viable o no. Una forma de instalar un elemento similar, es instalando una barra alta, que según sus dimensiones, podremos incorporarle la zona de fuegos y de lavado, para aprovechar toda la longitud de la bancada de cocina.
