Antes de elegir entre suelo radiante o radiadores, analicemos los siguientes puntos:
- Aislamiento: Obviamente, si queremos tener una instalación eficiente, la vivienda debe estar bien aislada térmicamente.
- Generador térmico (Caldera): puede ser de alta o baja temperatura, lo que a priori condiciona el sistema a elegir. Lo mismo pasa con la fuente de energía. El gas, por ejemplo, es apto para los dos sistemas, pero la biomasa o la aerotermia funciona mejor con suelo radiante.
- Clima: Un punto que es crucial en la elección. Los climas fríos y estables son los más indicados para un sistema de suelo radiante porque al tener inercia térmica permiten que el calor siga emitiéndose varias horas, aunque el sistema se apague. Esta característica se convierte en una desventaja en climas templados con temperaturas inestables a lo largo del día, donde un sistema de radiadores sería más apropiado, debido a su carácter puntual.
- Horas de uso: Si estamos todo el día fuera de casa, no nos convendrá un sistema de suelo radiante por agua, ya que estaremos consumiendo energía que no disfrutaremos. La calefacción por suelo radiante no está pensada para apagar y encender repetidamente. En estas situaciones, quizás interesa un sistema de radiadores de agua que se calientan rápidamente y que podemos hacer que entren en funcionamiento un par de horas antes de llegar a casa.
SUELO RADIANTE POR AGUA – ¿Cómo funciona? Ventajas y desventajas
El suelo radiante consta de un circuito de tuberías de polietileno reticulado que se instala sobre un panel aislante siguiendo el trazado de un circuito como el de la imagen. Éste circuito es instala por toda la vivienda ocupando una gran superficie de la vivienda.
Ésta instalación se cubre mediante una capa de mortero autonivelante de unos 5 cm sobre la tubería. Esta capa es la que acumula el calor, que luego se transmitirá al pavimento. Ésta doble capa (hormigón y panel aislante) otorgan un aislamiento térmico-acústico extra sobre el forjado. El inconveniente es que el grosor de la instalación eleva todo el suelo, por lo que es recomendable hacerlo en reformas integrales u obra nueva.
Si elevar el pavimento de nuestra vivienda no es viable, existen instalaciones más delgadas, pero menos eficientes.
¿Por qué el suelo radiante por agua es el sistema más eficiente?
Básicamente porque trabaja con temperaturas de agua más bajas que cualquier otra instalación (35 a 45ºC), lo que nos confiere un ahorro de energía, debido a la menor diferencia de temperatura a cubrir entre el generador y el emisor.
Trabajando a baja temperatura es posible usar generadores de gran rendimiento, como las calderas de condensación a gas o las bombas de calor aire-agua y combinar su funcionamiento con placas solares térmicas.
La mayor ventaja del suelo radiante por agua es que el calor no se pierde en el techo, sino que se aprovecha en la franja donde nos movemos.
Ventajas del suelo radiante por agua
- Permite una distribución homogénea del calor por radiación en todos los puntos de la casa.
- Utiliza menor energía para alcanzar la temperatura de confort.
- A nivel estético, se trata de una instalación invisible, por lo que nos da libertad a la hora de distribuir mobiliario, etc.
Desventajas del suelo radiante por agua
- La instalación inicial es más elevada económicamente que una de radiadores.
- Aunque se pueden usar todo tipo de pavimentos, los que mejor se comportan son los materiales conductores, como la piedra o la baldosa porcelánica, por lo que las maderas y tarimas sintéticas son menos recomendables.
RADIADORES – ¿Cómo funciona? Ventajas y desventajas
Es el sistema de calefacción por excelencia. Es el sistema más empleado en los últimos 20 años, y es más fácil de instalar. Su funcionamiento y puesta en obra son sencillos, ya que necesitamos un generador térmico, que además abastece de agua caliente sanitaria (ACS) a la vivienda, un circuito cerrado de tuberías de agua y los radiadores, debidamente distribuidos por la vivienda.
La gran desventaja es que la caldera tiene que funcionar a 70ºC, ya que cuanto menor sea la temperatura de trabajo del agua, más eficiente es el sistema, y por tanto mayor es el ahorro energético.
Ventajas de los radiadores
- Emiten el calor rápidamente, alcanzando la temperatura de confort para horas puntuales del día.
- El sistema es más económico y la instalación de las tuberías puede hacerse incluso, vista y superficial, en obras de reforma.
- Para que funcione mejor, los emisores se instalan en las paredes más frías de cada habitación, especialmente debajo de las ventanas.
- Los termostatos de ambiente son fundamentales para regular la temperatura ambiente.
- No hay limitaciones en la elección del pavimento puesto que no interfieren para nada el uno con el otro.
Desventajas de los radiadores
- Calientan principalmente por convección del aire, lo que hace que el calor suba y se deposite en el techo.
- El calor no es homogéneo en toda la habitación sino puntual.
- Producen polvo, resecan el ambiente y limitan la distribución del mobiliario.
Conclusión
Antes de decidir, es necesario analizar todos los factores que os planteamos al inicio de éste artículo.
La instalación de suelo radiante es más invasiva en cuanto a la obra/reforma a realizar, pero económicamente la inversión es más elevada, aunque amortizaremos la instalación al cabo de unos años.
En nuestra opinión, el suelo radiante tiene más ventajas que los radiadores. Debido al tipo de instalación, es recomendable instalar radiadores en reformas y suelo radiante en obra nueva, pero eso ya depende del tipo de vivienda y el tipo de reforma a realizar.
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