¿Tengo que pedir licencia de obras para mi reforma?

Son numerosos los casos que nos llegan de gente que ha realizado, o está realizando reformas en su casa o local comercial y les han notificado del ayuntamiento que están actuando sin licencia. Según la actuación de que se trate, el problema se puede solucionar con una sencilla solicitud, o es necesario entrar en un proceso largo y tedioso, que se podría haber evitado si se actuara como se debe desde el inicio.

¿Por qué y para qué sirve la licencia de obras?

La licencia de obras es el permiso que concede el ayuntamiento de turno para que puedas efectuar las reformas y mejoras que planeas hacer en tu casa o local. Dependiendo del tipo de reforma y objeto, cada ayuntamiento regula una norma urbanística, por lo que existen varios tipos de solicitudes (Licencias, Declaración Responsable…) y permisos (Obra mayor, obra menor…).

Para saber exactamente que tipo de licencia se debe solicitar, lo más recomendable es acudir a profesionales que te asesoren en estos temas, ya que para una obra en concreto puede ser suficiente con una declaración responsable de obra menor, y para otra obra puede necesitar además un corte de calle u ocupación de vía pública.

En definitiva, lo que los ayuntamientos pretenden es que no se realicen obras fuera de la legalidad, por lo que por norma general, para cualquier tipo de solicitud, además de la instancia pertinente, solicitarán planos y memoria de la actuación a realizar. Cada ayuntamiento tiene unos requisitos y unas tasas propias.

Y si no pido licencia… ¿Qué puede pasar?

Cuando se inician obras sin licencia, en la mayoría de casos toca correr. Hay que tener en cuenta que las obras, por norma general, son ruidosas, sucias y molestas. Si no es un vecino el que te denuncia, puede ser que caiga casquijo a la calle, o que la propia policía se percate de las obras.

Cuando «nos pillan» sin licencia, recibimos una carta del ayuntamiento solicitando que se presente la correspondiente licencia de obras, en un plazo determinado, y si no se realiza, el ayuntamiento levanta expediente de infracción urbanística, y es en este momento donde todo empieza a complicarse.

Como ya hemos comentado antes, la solución puede ser muy sencilla (una simple solicitud) o muy complicada (expediente de legalización…). Es por ello, que antes de lanzarse a la aventura, recomendamos contactar con profesionales que nos asesorarán y guiarán a lo largo del proceso.

Por ejemplo, si lo que pretendemos es reformar el baño de casa, bastaría con una sencilla declaración responsable de obra menor (esto depende del ayuntamiento en cuestión), pero si lo que queremos es ampliar el salón dándole el espacio de la terraza, es necesario realizar un proyecto de ampliación de vivienda (que puede ser viable o no, dependiendo de cada caso).

El problema de todo esto, es que si hemos realizado la obra sin licencia, y recibimos el expediente de infracción urbanística, éste no caduca, y aunque paguemos la correspondiente sanción económica, la infracción existirá, mientras no se legalice la actuación realizada, algo que no siempre es viable.

¿Tengo que pedir licencia siempre?

Depende, existen ayuntamientos, como el de Alicante, que mientras no necesitemos ocupar la vía pública con contenedores o similar, no es necesario pedir licencia de obras para reformar nuestra cocina, baño, etc.

A parte de estas excepciones, existen ciertas actuaciones que se pueden realizar sin necesidad de pedir la licencia de obras. Se trata sobre todo de pequeñas reformas que, dependiendo del ayuntamiento, podrán realizarse sin licencia. Generalmente, no necesitas pedir licencia de obras para:

  • Sustitución de muebles de cocina
  • Pintura interior
  • Quitar gota y alisar paredes
  • Colocación de carpintería interior de madera
  • Colocación de tarima flotante

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